En Descodificación
Biológica, la terapia consiste en primer lugar en
un encuentro con la persona en su realidad
biológica y medioambiental: su familia,
su
oficio, lo que tiene sentido para ella...Es lo que en PNL llamamos su «mapa del mundo».
En segundo lugar, puede
darse en la terapia una fase
de educación, de información, sobre el sentido de
la enfermedad y sobre
la importancia del sentimiento.
En tercer lugar, la psicobioterapia consiste en encontrarse con el otro
de una manera
privilegiada, o de privilegiar el
encuentro con su realidad emocional,
más que cognitiva. Como ya hemos
visto, todo síntoma, ya sea orgánico, psíquico o conductual, procede de un hecho exterior que se ha convertido en
emocional.
En esta etapa, la
terapia
apunta a volver a poner en movimiento una emoción bloqueada, inmovilizada. Todo shock tiene
el efecto de congelar la emoción. Existe, pues, un ciclo de la
emoción: viene del exterior, se interioriza
en nosotros y debe volver al exterior. La enfermedad es, de alguna manera, una
cristalización de
esta emoción, un estancamiento de ese
movimiento que es la emoción. En la etimología misma de la palabra se encuentra el concepto de «moción», movimiento, agitación.
La terapia consiste, pues, en devolver el movimiento para permitir que
esta realidad emocional regrese al exterior bajo una forma u otra. Ya
se
trate de una creación artística, de un juego de rol, de una abreacción, de
llantos
o de
movimientos del cuerpo, se
trata siempre de
una
descarga emocional, de
una expresión de lo que se ha impresionado.
La psicobioterapia se interesa por el sentido, ya que es el viviente el que
etiqueta los hechos, interpreta los datos
exteriores y les
atribuye
un sentido. Este
etiquetado, este sentido atribuido, que pertenece a cada uno, nos puede
hacer sufrir,
o
puede llevarnos a
que nos abramos. Es este sentido,
esta etiqueta, la que marca toda la diferencia. De un mal aparente
puede
brotar un bien, mientras que, a veces, un mal provoca otro
y otro más. El bio- shock
es
un koan que ha ido por el mal camino.
La curación se puede producir desde estas primeras etapas: en la etapa de
la
relación (ya que, según yo
lo entiendo, la relación es
el
primer medicamento), o en la etapa de la información, pues se da el caso de que
ciertas personas realizan tomas de conciencia que bastan para arreglar el problema y para curar.
Sin
embargo, la mayoría de las veces estas dos primeras
etapas
no
bastan, y las personas
que acuden a consulta necesitan que las acompañen para
pasar la descarga emocional o para poder realizar una
readaptación del sentido,
Si, a pesar de todo, no basta con esto, una etapa siguiente de la terapia podrá ser la de
recurrir al nivel imaginario.
Aquí
tienen su lugar los actos simbólicos, como han propuesto M.
Erickson o A.
Jodorowsky. Son actos
metafóricos
cuya
lógica profunda se
dirige, sobre todo, al inconsciente; de aquí su
alcance terapéutico.
Por ejemplo, si una persona está sumida en un duelo sin fin, un acto
simbólico puede consistir en hablar al difunto, escribirle una carta o llevarle regalos a su tumba... Estos actos pueden ayudar a proseguir el proceso terapéutico o a darle
fin. Pues, como ya habrá quedado claro, la enfermedad
es una solución que se
ha detenido
por el camino, y este
acto metafórico puede permitir concluirla, darle fin. Se trata de exteriorizar lo que se ha bloqueado, lo que se ha congelado en el interior del viviente.
Caso clínico:
La señora X, de
cuarenta y cuatro años,
acude a la
consulta por
un problema de miopía que
padece
desde los cuarenta y un años de
edad y que la
obliga a usar gafas. Esta miopía apareció de manera brusca.
En la sesión de terapia, buscamos
el
hecho importante
que ha podido suceder antes de
la aparición de
esta enfermedad. La mujer se había casado poco antes de
cumplir los cuarenta y uno.
Después de
la boda, fue
a visitar a su padre, quien, de manera inesperada (bio-shock), se negó a estrecharla entre sus brazos como lo había hecho hasta
entonces (hecho exterior).
Ella no supo reaccionar ni pensar a qué se debía aquello. Aquel distanciamiento le resultó
insoportable (sentimiento - fase activa del conflicto).
En la consulta, me dijo: «Preferiría que se hubiera muerto antes que verlo alejado de mí. Lo preferíacuando estaba en mi
contra» (solución biológica).
Uno de los efectos de la miopía,
como es bien sabido, es que los objetos lejanos se ven borrosos. Esta enfermedad era, por tanto, una solución de adaptación perfecta al instante del shock.
Cuando la señora X encontró
el hecho, cuando pudo hablar de ello,
liberarse, su vivencia emocional fue muy
intensa (1.a secuencia psicológica).
A la mañana siguiente, se puso las gafas como de costumbre y observó que
las gafas la molestaban (fase de curación). Cuando volví a recibirla en mi consulta tres semanas más tarde, ya no le hacía falta usar gafas.
Extracto del Libro "Descodificación Bilógica" de Christian Fléche
Disponible para descargar en la barra lateral.
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