La lealtad es un recurso para poner
a salvo la existencia del grupo o familia.
Cada individuo está en función de cumplir
las expectativas del grupo o clan familiar y existe una entidad que vela porque
esto se cumpla y es la Conciencia.
A cada grupo lo rige una conciencia particular, de acuerdo al actuar de cada uno,
se manifiestan la buena y la mala conciencia como fuerza reguladora, si uno no
es leal no hay buena conciencia y nos
sentimos culpables, quien tiene mala conciencia no es malo, simplemente
rompe las reglas, se atreve a hacer las cosas de manera diferente a lo
establecido, pero eso tiene un costo ante el clan, porque pone en riesgo su
pertenencia, siendo esto lo más vital para cada miembro.
Boszormenyi-Nagy menciona que en
toda familia existe un libro con la contabilidad de los méritos y las deudas,
llamado la foja del haber y el deber,
donde cada uno adquiere desde el momento que nace una obligación de acuerdo al
tipo de reglas y justicia que la familia practica.
Todo esto está grabado a un nivel
inconsciente, donde las memorias vienen dadas de generación en generación.
Un ejemplo de esto es la
“parentización”, donde el hijo se vuelve padre de sus padres, forzado por esta
lealtad a vivir al servicio de sus padres y no tener derecho a vivir su vida
hasta que ellos mueran, el fracaso escolar es otro ejemplo, ya que si alguien
se atreve a destacar en una familia de bajo rendimiento está poniendo en riesgo
su cercanía a la familia, se condena a vivir en el alejamiento, repudio o
sufrimiento por ser la “oveja negra” del grupo.
Pero qué pasa si triunfo donde otros
fracasaron?, aun pagando el precio que esto conlleva, el Clan recibe una gran
ganancia, ya que expande las posibilidades y hace crecer las oportunidades para
los que vienen después, al generarse el cambio estamos expandiendo la Conciencia.
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